jueves, 29 de noviembre de 2018

Visita a Tarazona

El pasado miércoles 28 de noviembre los alumnos del taller de empleo TURISMO SOSTENIBLE E INNOVACIÓN hicimos nuestra última salida turística antes de finalizar el taller.


La elegida fue la ciudad de Tarazona, capital de la comarca de Tarazona y el Moncayo y sede episcopal de la Diócesis de Tarazona.​ Ocupa un espacio geográfico que históricamente ha sido frontera entre los reinos de Castilla, Navarra y Aragón. Esta singularidad, unida a que la comarca es un paso natural entre la meseta castellana y el valle medio del río Ebro, han otorgado a Tarazona un carácter estratégico durante siglos.


Empezamos la visita en la Mezquita situada en el barrio de Tórtoles desde donde Alfonso I el Batallador instaló en 1119 su campamento militar para reconquistar Tarazona. En el siglo XV albergó una comunidad estimada de 2.000 musulmanes, lo que explica la existencia de una mezquita, construida a principios de tal siglo. En 1526 fue forzosamente reconvertida en iglesia de la Anunciación.

La siguiente parada en nuestra visita fue la joya de la corona de la capital turiasonense, La Catedral de Nuestra Señora de la Huerta, de planta gótica, es una de la primeras catedrales edificadas en este estilo España y es el mejor ejemplo de arquitectura gótica en Aragón. A pesar de ello, su aspecto ha variado mucho desde entonces ya que ha ido incorporando diferentes estilos, dando como resultado un rico conjunto monumental. Se le denomina como la Capilla Sixtina del renacimiento español ​ por las pinturas únicas que alberga en la cabecera y en el cimborrio, redescubiertas tras su gran restauración y ocultas durante siglos.


Su construcción fue iniciada a mediados del siglo XII y fue consagrada en 1235 por el obispo García Frontín II. Resultó gravemente dañada en el siglo XIV a causa de la Guerra de los dos Pedros, especialmente el claustro, que quedó destruido. A consecuencia de este hecho, la construcción de la catedral fue reformulada en estilo mudéjar. En el siglo XVI también se llevaron a cabo importantes obras en estilo renacestista como el pórtico del crucero, la decoración interior del cimborrio, las bóvedas de la nave principal, los ventanales interiores y las pinturas de la capilla mayor.


La torre campanario refleja perfectamente esta evolución. Mientras el primer cuerpo, de piedra sillar, data de la fase gótica, el cuerpo intermedio, levantado a fines del siglo XV, es de ladrillo y de inspiración mudéjar. Finalmente, el cuerpo superior (S. XVI) es renacentista.

Declarada Monumento Histórico Artístico en 1931, desde 1985 permaneció cerrada al público debido a unas largas obras de restauración integral. El 20 de abril de 2011 se reconsagró al culto coincidiendo con la consagración en el año 1235; posteriormente se abrió al uso turístico y litúrgico.


Seguimos la visita en la Iglesia y Claustro del ex convento de San Francisco de Asís, el propio San Francisco de Asís quien, en peregrinación a Santiago de Compostela, pasó por Tarazona en 1214 e instauró una comunidad de frailes menores.
Es una iglesia muy ligada a la semana santa pues en ella se representa el viernes santo el descendimiento, la guardia de los alabarderos y el sellado del sepulcro de cristo. El retablo mayor presenta unas dimensiones mayores que ningún otro en la ciudad




Tras cruzar uno de los diferentes puentes sobre el río Queiles, nos adentramos en el barrio de la judería, formada por la calles Judería, Aires, Rúa Alta de Bécquer, Rúa Baja de Bécquer, plaza de los Arcedianos y plaza de la Mata. Estas calles han mantenido su encanto medieval, sinuosas, estrechas y empredradas calles que terminan en la fachada del actual Palacio Episcopal.


Este espectacular palacio renacentista, construido sobre unos conglomerados que se alzan con gran altura sobre el Queiles, fue en origen la antigua zuda musulmana. Un edificio de carácter militar en el que residían los gobernadores musulmanes y posteriormente, tras la reconquista, utilizado como residencia de los reyes de Aragón. En 1386 fue comprado por el obispo Pérez Calvillo.

Aquí se inició una profunda transformación del edificio que no acabó hasta el episcopado de González de Munébrega (1547-1567). En este periodo se amplió el edificio en varias ocasiones. Destacan la cúpula renacentista de la escalera noble, el patio renacentista aragonés, el salón de retratos de obispos, obra inicial de Pietro Morone, la galería de arquillos y la torre de Hércules.


Terminamos la visita en Plaza de toros vieja, construida con planta octogonal entre 1790 y 1792 en el antiguo prado de la ciudad, era un edificio de 32 viviendas cuyos dueños alquilaban los balcones cuando había festejos. Hoy sigue habitada en su totalidad dado que las actuaciones se trasladaron a la nueva plaza en 1870. Desde 2001, esta plaza de toros posee la declaración de Bien de Interés Cultural​.

 



Desde el Taller de empleo TURISMO SOSTENIBLE E INNOVACIÓN damos las gracias a la Fundación Tarazona Monumental por acompañarnos a visitar su maravillosa ciudad y os invitamos a todos los lectores de este blog a descubrirla.

 

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